En una reciente rueda de prensa, la portavoz presidencial Karine Jean-Pierre confirmó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no ha tenido un examen médico desde febrero. Este reconocimiento llega en un momento de creciente escrutinio sobre la salud del mandatario, especialmente después del debate del jueves pasado contra el exmandatario Donald Trump, donde Biden apareció visiblemente envejecido, con voz ronca y con dificultades para concluir algunas frases.
Jean-Pierre defendió que la Casa Blanca ha sido «transparente» con la publicación anual de los informes médicos de Biden, siguiendo la práctica común de los presidentes en ejercicio. Sin embargo, esta admisión de una falta de exámenes médicos recientes plantea serias preguntas sobre la gestión de la salud del presidente y la transparencia real de su administración.
🎙️ | La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre descartó test cognitivo para Biden tras su debate con Trump.
“Entendemos las preocupaciones pero su equipo médico lo ve innecesario”.
Reveló que el mandatario reconoció no haber tenido una gran noche. 👀 pic.twitter.com/vTSJSOd97v
— Claro y Directo (@ClaroyDirecto_) July 6, 2024
El último informe médico, publicado en febrero, detalla que Biden tose con frecuencia debido al reflujo ácido, una condición que se agrava después de las comidas. Además, camina de manera rígida debido a la artritis y una fractura en el pie que sufrió en 2020 mientras jugaba con uno de sus perros. Aunque el informe señala que un examen neurológico descartó trastornos como párkinson o derrames cerebrales, la falta de actualizaciones recientes genera inquietud.
¿Es transparente La Casa Blanca?
La Casa Blanca ha defendido su postura de transparencia con los informes anuales. Sin embargo, la falta de información actualizada sobre la salud del presidente podría considerarse negligente.
¿Por qué no se ha sometido Biden a más exámenes médicos desde febrero? Hay que considerar que Biden, con 81 años, es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos.
La apariencia de Biden durante el reciente debate ha suscitado preocupaciones legítimas sobre su capacidad para gobernar, especialmente en un contexto de desafíos nacionales e internacionales complejos.
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