En una reciente emisión de Claro y Directo América, Jorge Quesada, ex agente especial del FBI, ofreció su perspectiva sobre el atentado contra Donald Trump en Florida, destacando la gravedad del incidente y la respuesta de las fuerzas de seguridad. Este es el segundo intento de asesinato contra el ex presidente en un periodo de dos meses, y Quesada no ocultó su preocupación por la vulnerabilidad en la protección de Trump.
Quesada elogió la rápida acción del Servicio Secreto durante el ataque: «Debo felicitar al agente del Servicio Secreto que observó el cañón del arma y tomó la decisión inmediata de abrir fuego». Según el ex agente, la reacción fue fundamental para evitar que el ataque escalara aún más. Sin embargo, también expresó sus reservas sobre la seguridad general en torno a Trump: «Me preocupa enormemente que no se le han otorgado los recursos necesarios para su protección».
El ex agente subrayó que la asignación de personal y equipos, como francotiradores y unidades de vigilancia, no fue suficiente para proteger adecuadamente al ex presidente.
🇺🇸 | El presidente Donald Trump ya ha sido víctima de dos atentados en menos de dos meses. Las preguntas relacionadas a la seguridad del expresidente no se hacen esperar, ¿Cuán vulnerable es? ¿Es posible que ocurran otros intentos?
🗣️ Gaby Perozo (@gabyperozo)
🗣️ Jorge Quesada,… pic.twitter.com/CVUVNldM22— Claro y Directo (@ClaroyDirecto_) September 17, 2024
«El Servicio Secreto tiene alrededor de 3,500 agentes especiales… no hay excusa para que estos recursos no estén disponibles», señaló Quesada, en referencia a las declaraciones oficiales que afirmaban falta de recursos.
Posible conspiración tras el ataque en Florida
Además, planteó una inquietante posibilidad al sugerir que este atentado podría no haber sido un hecho aislado. «Si hubiésemos tenido a un grupo de asesinos entrenados por un país enemigo, la historia podría haber sido mucho más trágica», advirtió Quesada.
El ex agente también mencionó que el sospechoso, Ryan Wesley Routh, de 58 años, había mostrado señales de radicalización y realizó solicitudes directas a gobiernos extranjeros para atentar contra Trump, lo que incrementa la preocupación sobre la seguridad futura.
En su análisis final, Quesada expresó: «Me temo que este no será el último atentado al presidente Trump. Le ruego a Dios que me equivoque».
Sus declaraciones resaltan la gravedad del incidente y la necesidad de reforzar la seguridad de Trump, quien sigue siendo un objetivo de alto perfil tanto en Estados Unidos como en el extranjero.