
La posibilidad de una nueva guerra civil en Siria se intensifica mientras Trump toma medidas decisivas para estabilizar la región
Crisis en Siria: El país al borde de un nuevo conflicto
La situación en Siria ha dado un giro dramático en los últimos meses tras la caída del régimen de Bashar al Assad en diciembre de 2024. El país, que ya sufrió una devastadora guerra civil durante más de una década, podría estar nuevamente al borde del abismo según los recientes acontecimientos.
El pasado 15 de marzo, coincidiendo con el 14º aniversario del inicio de las protestas que desencadenaron el primer conflicto, se produjo una masacre de civiles alauitas a manos de milicias y grupos sunitas. Este estallido de violencia contra la minoría religiosa a la que pertenecía la familia Assad ha disparado los temores de una nueva guerra civil en el país.
Mientras el mundo observa con preocupación, el presidente Donald Trump ha tomado una posición decidida, anunciando el pasado 13 de mayo su intención de levantar las sanciones a Siria, un gesto que podría cambiar radicalmente el panorama geopolítico en Oriente Medio.
El nuevo gobierno sirio bajo Ahmed al-Sharaa
Tras el colapso del régimen de Assad, Ahmed al-Sharaa asumió el cargo de presidente interino de Siria. Su llegada al poder ha sido recibida con una mezcla de esperanza y escepticismo. Por un lado, al-Sharaa ha firmado un histórico pacto con los rebeldes kurdos, lo que alimenta las esperanzas de que Siria encuentre el camino hacia la paz. Por otro lado, su pasado como líder de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una antigua filial de Al-Qaeda, genera dudas sobre su capacidad para unificar el país.
En marzo de 2025, al-Sharaa promulgó una nueva declaración constitucional que ha desatado polémica al definir la jurisprudencia islámica como fuente de legislación y religión del jefe del Estado. A pesar de esto, el nuevo presidente ha prometido públicamente que «unirá a todos los sirios», un desafío monumental considerando la fragmentación étnica y religiosa del país.
Declaraciones polémicas y nuevas tensiones
La declaración constitucional de al-Sharaa ha redefinido los contornos del futuro Estado sirio, pero también ha generado tensiones adicionales en un país ya de por sí dividido. A esto se suma la creciente actividad militar de Israel, que ha lanzado cientos de ataques aéreos en territorio sirio y ha extendido su control sobre los Altos del Golán, alegando motivos de seguridad y la protección de la minoría drusa de Siria.
Esta situación ha enfurecido a Arabia Saudita, uno de los actores clave en la región, cuyo príncipe heredero Mohammed bin Salman (MbS) ha jugado un papel crucial en el reciente acercamiento entre Estados Unidos y Siria.
Trump cambia el rumbo de la política estadounidense hacia Siria
En un giro sorprendente de los acontecimientos, el presidente Donald Trump anunció el 13 de mayo, durante un foro de inversión en Riad, Arabia Saudita, su intención de levantar todas las sanciones contra Siria. Esta decisión representa un cambio radical en la postura de Trump, quien apenas cinco meses antes había declarado en la plataforma X: «Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y ESTADOS UNIDOS NO DEBERÍA TENER NADA QUE VER CON ELLO. ESTA NO ES NUESTRA LUCHA. DEJEMOS QUE SE DESARROLLE. NO NOS INVOLUCREMOS».
El anuncio fue seguido por un histórico encuentro entre Trump y al-Sharaa en Riad el 14 de mayo, el primer encuentro de alto nivel entre EE.UU. y Siria en 25 años. Durante este encuentro, Trump describió a al-Sharaa como «un tipo joven, atractivo y duro», sellando así lo que parece ser una nueva era en las relaciones entre ambos países.
Las razones detrás de la decisión de Trump
El presidente Trump atribuyó su cambio de opinión sobre Siria a dos hombres: el presidente turco Recep Erdogan y el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. Según fuentes cercanas, Trump también enfatizó que el alivio de sanciones está dirigido a alentar a Siria a normalizar relaciones con Israel, lo que podría representar un paso significativo hacia la estabilidad regional.
Esta decisión ha sido recibida con celebración en toda Siria y en la región, donde muchos ven en el levantamiento de sanciones una oportunidad para la reconstrucción y el desarrollo económico después de años de devastación.
Implicaciones económicas y humanitarias
Siria ha sido objeto de sanciones económicas estadounidenses durante varias décadas, comenzando con su designación como Estado patrocinador del terrorismo en 1979. Desde entonces, una variedad de actos legislativos y órdenes ejecutivas han aumentado la amplitud de las prohibiciones de sanciones con respecto a los tratos con personas sirias o dentro de Siria.
El levantamiento de estas sanciones abrirá oportunidades significativas para inversiones, esfuerzos de reconstrucción y otros negocios dentro de Siria o con personas sirias. Esto es especialmente relevante considerando que el conflicto ha desencadenado una crisis humanitaria sin precedentes:
- De los 22 millones de habitantes del país, más de la mitad han huido
- 4.8 millones se refugiaron en países vecinos, con Turquía acogiendo a 2.7 millones
- Tres cuartas partes de los refugiados son mujeres y niños
- Al menos 652 niños fueron asesinados, un 20% más que en 2015
- 338 centros médicos fueron devastados en 2016
El papel crucial de Arabia Saudita
El rol de Mohammed bin Salman ha sido determinante en el reciente acercamiento entre Estados Unidos y Siria. Arabia Saudita ha mostrado su descontento con el aumento de la actividad militar israelí desde que el gobierno de al-Sharaa llegó al poder en Damasco, y el príncipe heredero parece estar utilizando su influencia para contrarrestar estas acciones.
La facilitación del encuentro entre Trump y al-Sharaa por parte de MbS envía un mensaje inequívoco a Israel y reafirma el creciente papel de Arabia Saudita como potencia mediadora en la región. Este nuevo equilibrio de poder podría tener profundas implicaciones para el futuro de Oriente Medio.
Perspectivas de futuro: ¿Paz o nueva guerra civil?
A pesar de los esfuerzos diplomáticos y el apoyo internacional al nuevo gobierno sirio, la amenaza de una nueva guerra civil sigue siendo real. Las tensiones sectarias, exacerbadas por la reciente masacre de alauitas, podrían desencadenar una nueva espiral de violencia si no se manejan adecuadamente.
Sin embargo, el respaldo de Trump a al-Sharaa y el levantamiento de sanciones podrían proporcionar al nuevo gobierno sirio el impulso necesario para consolidar su autoridad y comenzar el largo proceso de reconciliación nacional. El tiempo dirá si Siria puede finalmente encontrar la paz después de 14 años de conflicto, desplazamientos forzosos y declive económico.
La administración Trump ha demostrado una vez más su disposición a adoptar enfoques no convencionales en política exterior, priorizando resultados pragmáticos sobre consideraciones ideológicas. Esta estrategia, aunque controvertida, podría abrir nuevas vías para la resolución de conflictos en una de las regiones más volátiles del mundo.
Fuentes: Euronews, Wikipedia, DW Español, Chatham House, Holland & Knight LLP