
Ex presidente ruso lanza severa advertencia de posible Tercera Guerra Mundial tras críticas de Trump a Putin
La tensión entre Estados Unidos y Rusia ha alcanzado nuevos niveles esta semana después de un intercambio de declaraciones entre el presidente Donald Trump y altos funcionarios rusos. El ex presidente ruso Dmitry Medvedev ha emitido una seria advertencia sobre el posible estallido de una Tercera Guerra Mundial, en respuesta a recientes comentarios del presidente Trump quien acusó a Vladimir Putin de «jugar con fuego» al rechazar participar en negociaciones de paz con Ucrania.
La advertencia de Medvedev: una amenaza velada
En un mensaje directo dirigido al mandatario estadounidense, quien se ha presentado como un pacificador global, Medvedev escribió en su cuenta de Twitter: «Respecto a las palabras de Trump sobre Putin ‘jugando con fuego’ y ‘cosas realmente malas’ que podrían suceder a Rusia. Solo conozco una cosa REALMENTE MALA: la Tercera Guerra Mundial. ¡Espero que Trump entienda esto!»
Esta escalada verbal se produce en un momento crítico del conflicto ucraniano, donde Rusia continúa intensificando sus ataques contra territorio ucraniano, desafiando los repetidos llamados del presidente Trump para iniciar conversaciones de alto al fuego.
La ofensiva de Trump contra Putin: un cambio de estrategia
El presidente Trump ha endurecido notablemente su postura hacia Rusia en las últimas semanas. En su publicación más reciente en Truth Social este martes, Trump acusó directamente al líder ruso:
«Lo que Vladimir Putin no se da cuenta es que si no fuera por mí, muchas cosas realmente malas ya habrían sucedido a Rusia, y me refiero a cosas REALMENTE MALAS. ¡Está jugando con fuego!»
Si bien Trump no especificó a qué «cosas realmente malas» se refería, sus comentarios marcan un claro distanciamiento de su relación anteriormente cordial con el mandatario ruso.
Una serie de críticas sin precedentes
Estos señalamientos se suman a otros comentarios severos realizados por Trump el pasado domingo, cuando calificó a Putin como «absolutamente loco» tras un ataque con drones rusos sobre Kiev que dejó 13 personas muertas. Ese mismo día, Trump manifestó:
«Siempre he tenido una muy buena relación con Vladimir Putin de Rusia, pero algo le ha pasado. ¡Se ha vuelto absolutamente LOCO!»
Este aparente cambio en la política de la administración Trump hacia Rusia coincide con la creciente presión internacional para que Putin acepte un alto al fuego inmediato e incondicional de al menos 30 días, propuesta que el Kremlin ha ignorado hasta ahora.
Intensificación de los ataques rusos contra Ucrania
El intercambio de acusaciones ocurre en un momento de grave escalada militar. Rusia ha lanzado tres de sus mayores paquetes de ataques contra Ucrania en los últimos días, incluyendo los dos mayores ataques combinados y ocho de los ataques más grandes de la guerra desde enero de 2025.
Según el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, Rusia ha lanzado más de 900 drones contra Ucrania solo en los últimos tres días, una escalada que claramente tiene un significado político. Zelensky ha declarado que Putin está eligiendo continuar la guerra en lugar de participar en negociaciones de paz significativas, y que no hay evidencia de que Rusia esté considerando una solución diplomática al conflicto.
La estrategia rusa de desgaste
Los análisis de inteligencia sugieren que Putin está utilizando los ataques de largo alcance contra ciudades ucranianas como parte de una estrategia multifacética para degradar la moral ucraniana y convencer a Occidente de que una victoria rusa en Ucrania es inevitable, haciendo que el apoyo a Kiev parezca fútil.
Esta estrategia incluye intensificar los ataques con drones y misiles, que han afectado desproporcionadamente a civiles e infraestructura civil, junto con campañas retóricas agresivas y un fomento del pesimismo en Occidente sobre la situación en el campo de batalla ucraniano.
Esfuerzos diplomáticos y postura del Kremlin
La administración Trump, junto con Ucrania y sus aliados europeos, han instado repetidamente a Putin a aceptar un alto al fuego inmediato e incondicional por al menos 30 días. Sin embargo, el Kremlin ha mantenido su postura inflexible, haciendo esperar tanto a EE.UU. como a Ucrania.
El Kremlin continúa proyectando una imagen de fortaleza militar de cara a las negociaciones con EE.UU. El 18 de mayo, en vísperas de una llamada telefónica programada entre Trump y Putin, el periodista del Kremlin Pavel Zarubin publicó extractos de una supuesta «nueva» entrevista con Putin, en la que el líder ruso afirmaba que Rusia tiene suficiente personal y material para llevar la guerra en Ucrania a su conclusión «lógica» con los resultados «necesarios» para Rusia.
Las demandas de Rusia permanecen invariables
Putin reiteró las narrativas kremlinistas de larga data sobre la necesidad de que las negociaciones de paz aborden las «causas fundamentales» de la guerra y «protejan» a los rusoparlantes de Ucrania, a quienes Putin afirma que consideran a Rusia su «patria».
Vladimir Medinsky, asesor presidencial ruso, declaró recientemente que Rusia está preparada para luchar «todo el tiempo que sea necesario», mientras que el propio Medvedev ha realizado amenazas nucleares apenas veladas en referencia a lo que categoriza como «ultimátums de negociación».
El futuro de las relaciones EE.UU.-Rusia bajo la administración Trump
Este endurecimiento de la postura de Trump hacia Rusia marca un giro significativo en su política exterior. Aunque Trump ha mantenido históricamente relaciones amistosas con Putin, los recientes acontecimientos sugieren un cambio en la estrategia de la Casa Blanca.
El conflicto en Ucrania se ha convertido en un punto crítico para la administración Trump, quien deberá equilibrar su deseo de presentarse como un líder de paz global con la necesidad de mostrar firmeza ante lo que considera provocaciones rusas.
La advertencia de Medvedev sobre una posible Tercera Guerra Mundial no debe ser tomada a la ligera, especialmente considerando el contexto de mayor tensión entre las dos potencias nucleares más grandes del mundo.
Mientras tanto, la población ucraniana sigue soportando el peso de este conflicto geopolítico, con ataques continuos que afectan principalmente a civiles e infraestructura esencial. La resolución diplomática parece cada vez más lejana mientras el Kremlin mantiene su postura intransigente y continúa su ofensiva militar.
El papel de Trump como mediador
A pesar de sus recientes críticas a Putin, Trump sigue posicionándose como un posible mediador para la paz en la región. Su administración ha dejado claro que la diplomacia sigue siendo la vía preferida para resolver el conflicto, pero la creciente frustración con la intransigencia rusa ha llevado a un endurecimiento del discurso estadounidense.
La pregunta que queda es si estas advertencias mutuas escalarán hacia un conflicto más amplio o si servirán como catalizador para un regreso a la mesa de negociaciones.
Fuentes: Understanding War – Russian Offensive Campaign Assessment, India Today – Ex-Russian President’s World War III warning to Trump, Ukraine Conflict Updates – Institute for the Study of War