
Revelaciones impactantes: Asesores de Biden consideraron usar silla de ruedas durante un posible segundo mandato
Un nuevo y polémico libro ha sacado a la luz información que confirma lo que muchos estadounidenses ya sospechaban sobre la condición física del expresidente Joe Biden. Según revelan Jake Tapper y Alex Thompson en su obra «El pecado original», los más cercanos colaboradores de Biden llegaron a contemplar seriamente la posibilidad de que el entonces presidente necesitara utilizar una silla de ruedas en caso de haber resultado reelegido para un segundo mandato.
Esta revelación, que ha causado conmoción en los círculos políticos de Washington, detalla cómo el equipo de Biden manejaba internamente serias preocupaciones sobre la movilidad cada vez más limitada del mandatario y un evidente deterioro cognitivo que intentaban ocultar desesperadamente de la opinión pública.
Estrategias ocultas: Cómo el equipo de Biden encubrió su deterioro físico
De acuerdo con la investigación presentada en el libro, el personal de la Casa Blanca implementó una serie de medidas discretas para disimular las crecientes limitaciones físicas del presidente:
– Modificaron y acortaron las rutas que Biden debía recorrer en eventos públicos
– Instalaron pasamanos adicionales en diversas ubicaciones para proporcionarle apoyo
– Rediseñaron su agenda para concentrar sus apariciones públicas durante las mañanas, específicamente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando Biden estaba «más enchufado»
– Limitaron sus compromisos nocturnos y viajes internacionales para evitar episodios de confusión
El Dr. Kevin O’Connor, médico de la Casa Blanca, habría advertido al círculo íntimo presidencial que una caída significativa podría desembocar en la necesidad permanente de una silla de ruedas, algo que el equipo de campaña consideraba catastrófico para sus aspiraciones de reelección.
La fatiga y desorientación: Señales evidentes que la Casa Blanca intentó minimizar
Las revelaciones del libro coinciden con reportes anteriores que señalaban que Biden frecuentemente olvidaba nombres, mostraba señales de desorientación y sufría notablemente ante la fatiga, especialmente durante los viajes internacionales. Un informe de Axios, publicado durante la campaña, ya había confirmado que los «mayores patinazos» del entonces presidente ocurrían «por la tarde/noche o cuando viajaba al extranjero».
Esta información resulta particularmente reveladora considerando el desastroso debate presidencial contra Donald Trump en 2024, que ocurrió precisamente en el horario que sus asesores consideraban «la hora bruja» para Biden. Tras aquel debate, que resultó determinante para su posterior abandono de la carrera presidencial, Biden intentó justificarse alegando un viaje internacional realizado dos semanas antes.
«No es una excusa, es una explicación», declaró entonces el expresidente, aunque fuentes de la Casa Blanca ya habían filtrado al New York Times que sus lapsus eran cada vez «más frecuentes, intensos y preocupantes».
Negaciones oficiales ante evidencias crecientes
A pesar de las múltiples evidencias sobre el deterioro de Biden, la Casa Blanca mantuvo sistemáticamente que las preocupaciones sobre la movilidad del presidente nunca afectaron las decisiones de gobierno. Este patrón de negación se extendió incluso a controversias como las visitas del Dr. Kevin Cannard, un neurólogo especializado en investigaciones sobre el Parkinson, quien según registros oficiales visitó la Casa Blanca en ocho ocasiones entre julio de 2023 y marzo de 2024.
Cuando esta información salió a la luz, el equipo de comunicación de Biden se vio forzado a aclarar que el especialista no estaba tratando personalmente al presidente, aunque nunca explicaron satisfactoriamente el motivo de tantas visitas.
El ocultamiento histórico: Una tradición presidencial cuestionable
El caso de Biden no es aislado en la historia de la presidencia estadounidense. Numerosos mandatarios han ocultado o minimizado condiciones médicas graves durante sus gestiones:
– Franklin D. Roosevelt gobernó con insuficiencia cardíaca, arteriosclerosis y bronquitis aguda
– John F. Kennedy mantuvo en secreto su enfermedad de Addison y graves dolores crónicos
– Woodrow Wilson sufrió un devastador derrame cerebral que fue ocultado al público
– Abraham Lincoln lidiaba con depresión severa mientras dirigía el país durante la Guerra Civil
Sin embargo, la diferencia fundamental radica en el contexto mediático actual, donde el escrutinio es inmediato y constante, haciendo virtualmente imposible mantener en secreto el tipo de deterioro que Biden evidenciaba en sus apariciones públicas.
El impacto político: La decisión inevitable de abandonar la carrera
La acumulación de evidencias sobre su deterioro físico y cognitivo finalmente llevó a Biden a una decisión que parecía inevitable: abandonar su campaña de reelección tras el desastroso debate presidencial de 2024. Esta decisión, aunque tardía según muchos analistas, evitó lo que el libro sugiere habría sido un escenario potencialmente humillante: un presidente en silla de ruedas durante un segundo mandato.
El vicepresidente JD Vance, quien ahora forma parte de la administración Trump, fue particularmente crítico con el gobierno Biden durante la campaña, señalando que sus políticas habían perjudicado a la clase trabajadora mientras favorecían a los «barones de Wall Street».
Consecuencias y reflexiones: El legado de una presidencia deteriorada
Las revelaciones de este libro plantean interrogantes fundamentales sobre la transparencia en el más alto nivel de gobierno y el derecho de los ciudadanos a conocer el verdadero estado de salud de sus líderes. Mientras el gobierno de Biden consistentemente negó cualquier problema significativo de salud, los informes médicos oficiales de febrero de 2024 ya reconocían que el presidente había sido tratado por carcinoma basocelular, apnea obstructiva del sueño, reflujo gastroesofágico y «rigidez de la marcha ambulatoria».
Esta última condición, descrita en términos técnicos, era precisamente lo que los ciudadanos observaban en cada aparición pública: un presidente con movilidad notablemente reducida y pasos inseguros, síntomas de un deterioro que ahora sabemos era mucho más serio de lo que se admitió oficialmente.
La historia juzgará si la decisión de ocultar estas condiciones respondió a un interés patriótico o simplemente a un cálculo político destinado a mantener el poder a cualquier costo, incluso a expensas de la transparencia que merecen los votantes estadounidenses.
Fuentes:
https://noticias.foxnews.com/politics/biden-aides-allegedly-fretted-then-president-would-need-wheelchair-re-elected-new-book-reveals
https://www.newslooks.com/es/new-book-reveals-biden-aides-discussed-wheelchair-use/
https://www.biobiochile.cl/noticias/sociedad/historia/2024/07/13/de-joe-biden-a-abraham-lincoln-las-enfermedades-secretas-de-los-presidentes-de-ee-uu.shtml
https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2024-07-09/los-congresistas-democratas-tratan-de-superar-sus-diferencias-sobre-biden-atacando-a-trump.html
https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-07-03/biden-trump-enfermedad-elecciones_3916840/