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Nuevos disturbios en campus universitario: protestantes pro-palestinos ocupan edificio en la Universidad de Washington

La Universidad de Washington (UW) ha sido escenario de graves incidentes cuando un grupo de manifestantes pro-palestinos ocupó ilegalmente el Edificio de Ingeniería Interdisciplinaria, resultando en al menos 30 detenciones. Este nuevo episodio de agitación universitaria ocurrió el lunes por la tarde, justo antes del cierre del recinto a las 5:00 PM hora local.

Los activistas, que se identificaron como miembros del grupo «Estudiantes Unidos por la Igualdad y el Retorno de Palestinos», tomaron el control del edificio académico, bloqueando las entradas con mobiliario universitario y cubriendo sus rostros para evitar ser identificados. Esta acción forma parte de lo que ellos mismos han denominado como una «ola renovada de la Intifada estudiantil».

Motivaciones detrás de la ocupación

Los manifestantes exigen que la Universidad de Washington rompa sus vínculos con Boeing, una de las mayores empresas de defensa de Estados Unidos que mantiene una relación histórica y significativa con la institución. Según un portavoz de los protestantes, el objetivo es «eliminar la influencia de Boeing y otras empresas manufactureras de nuestro espacio educativo».

En su manifiesto, difundido en redes sociales, los ocupantes hicieron referencia a lo que denominaron «la heroica victoria de Al-Aqsa Flood del 7 de octubre», una clara alusión al brutal ataque terrorista de Hamas contra Israel que desencadenó el actual conflicto. Esta retórica preocupante demuestra la radicalización de estos grupos en campus universitarios.

Respuesta de las autoridades universitarias

La Universidad de Washington emitió un comunicado condenando enérgicamente la ocupación ilegal y las declaraciones antisemitas realizadas por este grupo de estudiantes, algunos de los cuales ya habían sido previamente suspendidos por actividades similares.

«La UW se compromete a mantener un entorno seguro de aprendizaje e investigación», declaró un portavoz de la universidad, advirtiendo que quienes permanecieran en el edificio estaban cometiendo allanamiento y enfrentarían acciones legales y disciplinarias.

Las imágenes difundidas en redes sociales mostraron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía, así como contenedores de basura incendiados en la calle. Agentes antidisturbios tuvieron que ingresar al edificio para desalojar a los activistas, resultando en las mencionadas detenciones.

Historial de protestas en la Universidad de Washington

Este incidente no es aislado. Hace aproximadamente un año, activistas ocuparon instalaciones de la UW durante tres semanas, montando un campamento pro-palestino con exigencias similares sobre la ruptura de vínculos con Boeing e Israel.

La autodenominada «Zona Liberada» de aquella ocasión fue disuelta después de que aparecieran grafitis antisemitas, generando preocupación entre la comunidad judía del campus. El grupo llegó eventualmente a un acuerdo con la universidad para terminar la ocupación.

Reacción de la comunidad judía

La Asociación de Alumni Judíos de la UW expresó su profunda decepción por la incapacidad del liderazgo universitario para prevenir esta nueva manifestación, señalando la creciente preocupación por el ambiente hostil que estos incidentes generan para los estudiantes judíos en el campus.

El contexto nacional de las protestas universitarias

Estas protestas se producen en un momento crítico en el panorama educativo estadounidense. El presidente Donald Trump ha puesto el foco en varias universidades del país, llegando incluso a retirar subvenciones federales a instituciones prestigiosas como Harvard, al considerar que algunos centros universitarios están siendo utilizados para promover manifestaciones antiisraelíes y difundir mensajes antisemitas.

La administración Trump ha manifestado su preocupación por la creciente radicalización en campus universitarios y la tolerancia institucional hacia grupos que promueven retóricas extremistas bajo el pretexto de la libertad de expresión académica.

Conexión con Boeing y las demandas estudiantiles

Boeing, que ha donado más de $100 millones a la Universidad de Washington en los últimos años, se ha convertido en el blanco principal de estas protestas debido a sus contratos con el gobierno israelí. Los manifestantes exigen que la universidad corte todos los lazos con empresas que, según ellos, están vinculadas con lo que denominan «el genocidio en Palestina».

Sin embargo, la universidad ha mantenido hasta ahora su posición de mantener sus relaciones con Boeing, una decisión que ha generado tensiones continuas con los grupos activistas pro-palestinos en el campus.

El cambio en el panorama político universitario

Estos incidentes reflejan un cambio significativo en el panorama político de las universidades estadounidenses. La pluralidad de votantes conservadores ha ido restando importancia al tradicionalismo y al respeto por las instituciones establecidas, un factor que ha impactado en la dinámica política nacional.

El realineamiento del Partido Republicano bajo el liderazgo de Trump, transitando del conservadurismo tradicional al «MAGAismo», ha generado una nueva guardia de figuras políticas emergentes y grandes cambios en las políticas tradicionales del partido, incluyendo posturas más firmes respecto a las protestas universitarias y el antisemitismo.

Implicaciones legales para los manifestantes

Las autoridades universitarias han dejado claro que los ocupantes del edificio están invadiendo propiedad privada y enfrentarán consecuencias legales. Los aproximadamente 30 estudiantes detenidos podrían enfrentar cargos por allanamiento, resistencia a la autoridad y posiblemente daños a la propiedad pública.

Además, dentro del sistema universitario, estos estudiantes podrían enfrentar sanciones disciplinarias que van desde la suspensión hasta la expulsión, dependiendo de su nivel de participación y cualquier historial previo de conducta similar.

Conclusión: El desafío continuo para las instituciones educativas

Este incidente en la Universidad de Washington ilustra el desafío continuo que enfrentan las instituciones educativas estadounidenses para equilibrar la libertad de expresión con la necesidad de mantener un entorno seguro y respetuoso para todos los estudiantes.

Mientras la administración Trump continúa monitoreando de cerca estas situaciones y tomando medidas contra las universidades que permiten la propagación de retóricas extremistas, queda claro que el debate sobre el papel de los campus universitarios en cuestiones políticas internacionales sigue siendo intensamente controvertido y probablemente continuará siendo un tema central en la discusión sobre la educación superior americana.

El desafío para las universidades será encontrar un equilibrio que permita el debate académico libre mientras se protege a todos los estudiantes de la intimidación y el acoso, especialmente aquellos de comunidades vulnerables como los estudiantes judíos que han reportado un aumento en incidentes antisemitas relacionados con estas protestas.

Fuentes: Resumen Latinoamericano, Infobae, Noticias Ya San Diego, KOMO News, Swiss Info, Real Instituto Elcano, La Nación

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